¿Cómo ayuda la terapia con animales?

La terapia con animales se ha convertido en una técnica cada vez más popular para combatir la depresión. Se ha demostrado que el contacto con animales puede tener efectos positivos en la salud mental, ya que pueden proporcionar compañía, amor y apoyo emocional.

Diferentes tipos de terapia con animales

Existen varios tipos de terapia con animales, Todas ellas tienen como objetivo mejorar el bienestar emocional y físico de las personas.

La  Equinoterapia.

Se basa en la relación entre el paciente y el caballo. El contacto físico con el animal y la interacción en actividades como el cuidado y el entrenamiento pueden ayudar a las personas a superar la depresión. 

La zooterapia 

Se utiliza con una variedad de animales, como aves, peces, reptiles y mamíferos, y se ha demostrado que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad

Cinoterapia 

También se ha demostrado que es efectiva en el tratamiento de la depresión. Los perros son animales muy sociales y les encanta interactuar con las personas, lo que puede ayudar a las personas a sentirse menos solas y más conectadas. Además, el simple hecho de caminar con un perro puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de una persona deprimida.

Los perros han sido compañeros leales de los seres humanos durante miles de años y es fácil ver por qué. No solo son adorables y juguetones, sino que también pueden ser increíblemente terapéuticos. 

1. Te dan amor incondicional: Los perros no juzgan ni se preocupan por tu apariencia o tus problemas. Solo quieren estar a tu lado y ofrecerte su afecto y amor incondicional.
2. Te hacen sentir seguro: Los perros pueden ser excelentes protectores y te hacen sentir seguro en situaciones desconocidas o aterradoras. Incluso solo tener a un perro cerca puede ayudarte a sentirte más seguro y protegido.
3. Te brindan compañía: Los perros son excelentes compañías y pueden proporcionar una gran cantidad de compañía y cariño. Si te sientes solo o te encuentras pasando por un momento difícil, tener a un perro cerca puede hacer que te sientas menos solo.
4. Te ayudan a ser más activo: Los perros necesitan ejercicio y atención constante, lo que significa que si tienes un perro, es más probable que salgas y te muevas. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y hacerte sentir más enérgico y feliz.
5. Te ayudan a relajarte: Pasar tiempo con tu perro puede ayudarte a relajarte y a reducir el estrés. Acariciar a tu perro, verlo, jugar y caminar con él pueden ser actividades muy relajantes.

Gatoterapia:

Los gatos también pueden ser muy beneficiosos para nuestro bienestar emocional.

Algunas maneras en que pueden ayudarnos emocionalmente 

1. Reducir el estrés: Los gatos tienen un efecto calmante en muchas personas. Acariciar a tu gato o verlo dormir puede ayudarte a relajarte y a reducir el estrés.
2. Brindar compañía: Aunque los gatos pueden ser más independientes que los perros, todavía pueden proporcionar mucha compañía y cariño. Si te sientes solo o te encuentras pasando por un momento difícil, tener a un gato cerca puede hacerte sentir menos solo.
3. Mejorar la salud mental: Los gatos pueden ayudar a reducir la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que puede mejorar tu salud mental y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
4. Promover la responsabilidad: Cuidar de un gato puede ayudarte a sentirte más responsable y a desarrollar una rutina diaria. Esto puede ser beneficioso para tu salud mental y tu bienestar general.
5. Ser divertidos y juguetones: Aunque los gatos pueden ser más independientes que los perros, todavía pueden ser muy divertidos y juguetones. Ver a tu gato, jugar y explorar puede ser muy entretenido y alegrar tu día.

En resumen, la terapia con animales es una técnica eficaz para tratar la depresión. El contacto con animales puede proporcionar compañía, amor y apoyo emocional, lo que puede ayudar a las personas a superar su depresión y mejorar su bienestar emocional y físico. 

Sin embargo, es importante señalar que la terapia con animales no debe ser considerada como un sustituto de los tratamientos tradicionales para la depresión, como la terapia cognitivo-conductual o los medicamentos antidepresivos, sino como un complemento a ellos.